Abstracto
Deficiencia de zinc: efectos sobre la salud y formas de mejorar su ingesta.
Ryan Brown*
El zinc es un mineral esencial que desempeña un papel vital en numerosas funciones corporales, como la función inmunológica, la cicatrización de heridas y el crecimiento y desarrollo celular. Una deficiencia de zinc puede ser consecuencia de una ingesta dietética inadecuada, ciertas afecciones médicas o síndromes de malabsorción. Los síntomas de la deficiencia de zinc pueden incluir una función inmunológica deteriorada, un retraso en la cicatrización de heridas, caída del cabello y diarrea. La deficiencia de zinc a largo plazo puede provocar complicaciones más graves, como un deterioro del crecimiento y el desarrollo en los niños, deterioro cognitivo y un mayor riesgo de infecciones. Aumentar la ingesta dietética de alimentos ricos en zinc, como mariscos, carnes y legumbres, suele ser la mejor forma de mejorar la ingesta de zinc. También se pueden recomendar suplementos de zinc en algunos casos, en particular para personas con afecciones médicas específicas que interfieren con la absorción de zinc. Sin embargo, es importante hablar con un médico antes de tomar cualquier suplemento, ya que la ingesta excesiva de zinc también puede tener efectos negativos en el cuerpo. La detección y el tratamiento tempranos de la deficiencia de zinc son esenciales para prevenir complicaciones y promover una salud óptima.