Abstracto
Mini revisión sobre la salud humana durante la covid-19
Vemula Shruthi
Los alimentos funcionales se definen como aquellos alimentos en los que uno de sus componentes, sea o no nutriente, afecta de forma específica y positiva a las funciones del organismo. Además deben promover un efecto fisiológico o psicológico, más allá de su valor nutricional tradicional, que contribuya al mantenimiento del estado de salud y a la reducción del riesgo de padecer una determinada enfermedad Los alimentos funcionales tienen su origen en Japón a finales de los años 80. Surgieron durante la ejecución de un programa de investigación legislativa destinado a mejorar el bienestar de los hijos de los niños. A través de este programa surge la mejora de la alimentación para conocer los diferentes elementos de los alimentos, además de la capacidad nutritiva primaria [1,2]. A partir de ese momento se concibió otra gama de alimentos denominada FOSHU (Food for Specific Health Use), que se describen como alimentos naturales o preparados, con ingredientes que desempeñan un beneficio específico en al menos una de las funciones fisiológicas del ser humano más allá de su contenido saludable, y que, además, forman parte de la dieta habitual [3,4]. Este conjunto de alimentos contribuye en diversos aspectos del ser vivo, entre ellos, da protección al sistema cardiovascular y gastrointestinal, permite el desarrollo y óptimo desarrollo, media en la digestión de sustratos y la participación de antioxidantes, entre otros. Actualmente, los alimentos funcionales muestran una tendencia creciente en el mercado.